Influencia latina en la industria financiera

Las instituciones financieras son un modelo de negocio fantástico del que aprender cuando se consideran las condiciones del mercado en constante cambio. Sus mercados objetivo tradicionales son sólidos, pero para las necesidades de los mercados emergentes, el mercado latinoamericano está muy desatendido. Ciertamente no es por falta de dinero. Muchos hispanos no tienen deudas ni hábitos saludables de ahorro. La pregunta es, ¿las instituciones financieras están haciendo lo suficiente para atender a esta población? ¿Se están adaptando a las necesidades de los hispanos? La respuesta es complicada.

Hay dos tipos de hispanos en los Estados Unidos. Uno es el inmigrante que busca una vida mejor y quiere el sueño americano, sin importar si llegó por los canales correctos o no. El segundo son los latinoamericanos nacidos aquí. Estos son dos grupos muy diferentes de personas con diferentes necesidades y objetivos. La mayoría de los inmigrantes traen consigo su cultura, tradiciones y costumbres a los Estados Unidos. Los nacidos aquí desarrollan una cultura mixta que es a la vez latinoamericana y estadounidense.

Las instituciones financieras están tomando nota y están dando pasos para acomodar a esta población económicamente influyente. La razón principal es que hay mucha inversión en educación y construcción de confianza. Un detalle increíble es que en los países latinoamericanos la gente no confía en los bancos e instituciones financieras por la corrupción. Todo se paga en efectivo y no hay deuda ni puntajes de crédito tradicionales. Esto significa que la comunidad latina tiene dinero, posiblemente escondido debajo del colchón o en una caja de zapatos. Esto es muy peligroso, teniendo en cuenta que un incendio en la casa puede durar toda la vida. Otro escenario es que se conviertan en un objetivo para el robo. Este es un concepto extraño para los estadounidenses. Lo que sucede es una gran curva de aprendizaje, educándolos sobre el proceso de crear crédito, ahorrar su dinero en una institución financiera, obtener préstamos (hipoteca, automóvil, etc.) y, lo más importante, confiar en las instituciones financieras.

Las generaciones más jóvenes que nacen aquí aprenden de sus padres y de quienes les rodean. Todavía hay una desconexión con la importancia de los productos financieros, la creación de crédito y cómo funciona este proceso. Muchos de estos jóvenes simplemente traducen a sus padres, explican productos financieros y se convierten en intermediarios para hacer negocios. Por esta razón, verá un aumento en el apoyo bilingüe en muchas instituciones financieras. Todavía queda mucho trabajo por hacer en este sentido y este proceso llevará tiempo.

Sin embargo, cada vez más instituciones financieras ofrecen productos específicos para latinos. La información está disponible en español y cada vez más instituciones financieras están contratando hablantes bilingües y multilingües. Será interesante ver cómo nosotros, como país, nos adaptamos a este importante grupo demográfico. Este es verdaderamente un mercado sin explotar que tiene una función importante en nuestra economía para el crecimiento y la estabilidad.

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