- El sector militar de Rusia eclipsa a la industria civil, escribió un ex funcionario del banco central ruso para Foreign Policy.
- Moscú destinó más de su presupuesto para 2024 a defensa que al gasto social.
- La economía rusa afectada por las sanciones parece resistente, ya que está impulsada por el gasto en tiempos de guerra.
Rusia está gastando tanto en su guerra en Ucrania que el esfuerzo está drenando recursos del resto de la economía, dice Alexandra Prokopenko, ex funcionaria del banco central de Rusia.
«La industria rusa se ha transformado y el sector de defensa ahora eclipsa a la industria civil», escribió Prokopenko en Foreign Affairs el lunes.
El gasto militar actual de Moscú ha eclipsado el gasto social por primera vez desde el colapso de la Unión Soviética, escribió Prokopenko, miembro del Centro Carnegie Rusia Eurasia e investigador del Centro de Estudios Internacionales y de Europa del Este.
Rusia ha destinado casi un tercio de su presupuesto para 2024 a la defensa. El gasto social, incluidos salarios, pensiones y beneficios, representará aproximadamente una quinta parte del presupuesto, según el presupuesto federal de Rusia.
«Este giro hacia una economía militarizada amenaza las necesidades sociales y de desarrollo», escribió Prokopenko.
Pero no se trata sólo del dinero. El sector militar también está «drenando» mano de obra de la fuerza laboral civil, lo que lleva a una tasa de desempleo «anormalmente baja» del 2,9%, en comparación con aproximadamente el 4% al 5% antes de la guerra, escribió Prokopenko para Foreign Policy.
Rusia se enfrenta a una crisis laboral debido a la guerra ia fuga masiva de cerebros.
Prokopenko dijo el mes pasado que el presidente ruso Vladimir Putin estaba tratando de resolver un «trilema» en la gestión de la economía del país.
«Sus desafíos son triples: debe financiar su actual guerra contra Ucrania, mantener el nivel de vida de su población y preservar la estabilidad macroeconómica», reiteró el lunes en Foreign Policy.
«Alcanzar el primer y segundo objetivo requerirá un mayor gasto, lo que alimentará la inflación e impedirá así el logro del tercer objetivo», añadió.
Prokopenko no es el único que piensa que la economía rusa afectada por las sanciones –que parece inusualmente resistente 22 meses después de la guerra con Ucrania– está en peligro de sobrecalentarse.
Elvira Nabiullina, gobernadora del banco central de Rusia, lo dijo el mes pasado.
«La economía se expande tan rápidamente porque utiliza casi todos los recursos disponibles», afirmó Nabiullina.