Ahorrar dinero está en la mente de todos en estos tiempos económicos inciertos. Hay varias áreas en las que los pequeños cambios pueden significar ahorros reales: compartir el automóvil para ir al trabajo, llevar una bolsa de almuerzo y una taza de café preparado desde casa en lugar de salir. Pero cuando ahorrar unos pocos dólares es a expensas de su salud, los riesgos a largo plazo superan con creces cualquier beneficio a corto plazo. Tal es el caso de las lentes de contacto.
Si bien usar sus lentes de contacto por más tiempo de lo que permite su receta puede parecer una manera fácil de ahorrar algo de dinero, puede tener un efecto perjudicial en la salud de sus ojos.
Las lentes de contacto son un dispositivo médico y deben tratarse como tales de acuerdo con las recomendaciones de su oftalmólogo. El uso de lentes de contacto durante demasiado tiempo puede provocar un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en la córnea; microquistes epiteliales; adelgazamiento de la córnea; y disminución de la sensibilidad corneal.
Los problemas oculares causados por el uso excesivo de lentes de contacto generalmente se deben a una reducción en el suministro de oxígeno al ojo. El oxígeno es esencial para la salud de la córnea. Cuando el ojo no absorbe suficiente oxígeno a través de la lente de contacto, se producen condiciones hipóxicas. La hipoxia puede provocar infecciones graves, incluida la queratitis microbiana, una infección de la córnea dolorosa y potencialmente peligrosa para la vista.
Las infecciones oculares y otros problemas que surgen del cuidado inadecuado de los lentes de contacto pueden ser muy costosos: gastos médicos y días de trabajo perdidos, sin mencionar las molestias y el impacto en la calidad de vida de los problemas de la vista. En 1990, los investigadores calcularon que el costo de la ceguera y la discapacidad visual para el presupuesto federal de los Estados Unidos era de aproximadamente $4 mil millones.
Riesgos y Mejores Prácticas
Los lentes de contacto existen desde hace más de 100 años y, aunque se han logrado avances significativos en ese tiempo, los riesgos y efectos secundarios asociados con su uso siguen siendo una realidad.
Una lente de contacto es un objeto extraño para el ojo. Si la lente no se ajusta correctamente o no recibe el mantenimiento adecuado, puede afectar negativamente a la visión y al ojo mismo.
Los problemas más comunes asociados con el uso de lentes de contacto son lagrimeo excesivo, picazón o ardor, sequedad, sensibilidad a la luz y visión distorsionada. Todos estos síntomas pueden empeorar por el cuidado inadecuado de los lentes, lo que incluye el uso de lentes durante demasiado tiempo.
A veces, un usuario de lentes de contacto usará sus lentes hasta que su visión se vuelva borrosa o distorsionada, y es posible que no se dé cuenta de que este comportamiento puede causar daños permanentes e irreversibles en la córnea, el revestimiento frontal del ojo que proporciona aproximadamente dos tercios del poder de enfoque. en el ojo
Cuando los usuarios de lentes de contacto descuidan su programa de limpieza y reemplazo de lentes, la capacidad de sus lentes de contacto para suministrar oxígeno a la córnea disminuye y se acumulan depósitos en la superficie de la lente y en el propio material de la lente.
El uso prolongado de lentes con depósitos de proteínas puede provocar infecciones, conjuntivitis papilar gigante y cambios hipóxicos a largo plazo potencialmente graves, como miopía progresiva, adelgazamiento de la córnea y edema corneal crónico leve.
Tomar atajos con el cuidado de los lentes de contacto puede provocar daños oculares temporales y, en algunos casos, permanentes. Sin embargo, los usuarios de lentes de contacto que mantienen y cuidan adecuadamente sus lentes se benefician enormemente.
Aunque hay varios tipos de lentes de contacto que están aprobados para uso continuo por hasta 30 días, este programa no es adecuado para todos. El uso de lentes por la noche reduce la cantidad de oxígeno que llega a la córnea. Esta reducción en la absorción de oxígeno puede dañar la superficie de la córnea, lo que permite que los gérmenes y las bacterias crezcan más rápidamente.
Los ojos de cada persona son diferentes y reaccionan de manera diferente a los lentes de contacto. Es importante discutir un programa que mejor se adapte a sus necesidades individuales con su oftalmólogo.
Para obtener más información sobre lentes de contacto y cuidado de la vista, visite Contact Lens King [http://www.contactlensking.com/index.aspx]